Buscar este blog

lunes, 22 de julio de 2013

Visita a la Almudena


Ya hacía tiempo que quería visitar el cementerio de la Almudena. No sé por qué, pero pasear entre lápidas y ángeles de piedra me da tranquilidad, paz interior... cordura y lucidez...
Mi visita ha comenzado por una entrada antigua frente a la cual se sitúa el cementerio civil.
Mis primeros pasos me condujeron precisamente al cementerio civil presidido por el mausoleo de Julio Iglesias y epitafios como "No hay nada tras la muerte".
Luego he entrado en el camposanto entre mausoleos y tumbas antiguas, muchas rotas por vándalos sin respeto a los muertos. Da pena... y algo de miedo...


He seguido errando y poco a poco me ha atrevido a hacer algunas fotos. Gracias a un plano bastante herrumbroso he localizado la entrada principal y la capilla del cementerio... y hacia allí me he dirigido. Es un cementerio enorme y gris, con muchísimos nichos... muy desolador...



Al acercarme a la capilla (inmensa, enorme, colosal) todo se va modernizando: tumbas, mausoleos, edificaciones... Todo es colosal y mejor cuidado.  Impresiona una arcada gigantesca que sirve de entrada.


Después de salir y camino de regreso por la Avenida Daroca, frente la tapia del cementerio, he visto al pie de algunos árboles azulejos blancos con nombres y fechas en color verde, algo borrosos... ¿qué serán? ¿qué significado tendrán? Resulta inquietante.




1 comentario:

  1. Pena de esa falta de respeto que hay con todo, hasta en el cementerio.
    Y por cierto, a mí me sucede lo contrario. Lo de estar tranquila paseando en un cementerio va a ser que no. Mi tranquilidad se encuentra en otros paseos que ahora no te digo para no darte envidia, que después dices que soy mala (agua, arena, solecito...).
    Besotes!!!

    ResponderEliminar